11 DE FEBRERO: DíA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

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Miércoles 09 de Febrero de 2022

UFLO Universidad saluda a toda su comunidad de investigadoras por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra el 11 de febrero.

 

La fecha fue instituida en 2016 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, organismo para el cual la igualdad de género fue siempre un tema central. El empoderamiento de las mujeres y las niñas contribuirán decisivamente no solo al desarrollo económico del mundo, sino también al progreso respecto de todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

 

UFLO Universidad, como integrante de la Red Argentina de Pacto Global ONU y del Programa “Ganar – Ganar” de ONU Mujeres de Argentina, se suma a esta conmemoración ratificando así su compromiso con el fortalecimiento del enfoque de género y la participación de las mujeres en igualdad de condiciones, en todos los ámbitos de la sociedad.

 

El quehacer científico de nuestra institución no es ajeno a esos postulados. De los 57 proyectos vigentes radicados en la Secretaría de Investigación y Desarrollo, 29 son dirigidos por mujeres, es decir, más de la mitad. En cuanto a las personas dedicadas a I+D, son mujeres el 57,36% de los/as docentes investigadores/as (74 sobre un total de 129), el 65,85% de los/as becarios/as de grado (27 sobre un total de 41) y el 100% de las becarias de posgrado (3 en total).

 

Compartimos a continuación cuatro testimonios de investigadoras de UFLO Universidad que dan cuenta de su vínculo con la ciencia y del rol de la mujer en ese ámbito.

 

 

 

 

En mi caso particular, la investigación fue consecuencia de la curiosidad que nace cuando te traspasa la pasión por un tema, el Derecho Internacional Público. La materia, sus contenidos y absoluta actualidad me provocaban inquietudes. Tuve la suerte de formarme bajo profesores que me motivaron y despertaron mi interés. Los espacios de interacción con colegas y expertos que propiciaron mis maestros me permitieron ver qué hacían los investigadores. Con el tiempo, se fueron dando espacios de colaboración donde cada vez me sentía más a gusto, y eso reforzó mi motivación inicial. Cada vez que se publicaba un trabajo, se festejaba y discutíamos cuál sería el próximo desafío, pues una empieza a investigar, pero nunca termina de hacerlo.

 

Investigar y formar o formarse no es lo mismo. Son complementarios en mi manera de entender la actividad docente. Al asesorar y entrenar en el camino de la academia a personas que se acercan porque han sentido la curiosidad por algún tópico, creo que podemos generar nuevas ideas y perspectivas. Encontramos una voz, que construimos en el trabajo con un otro. Es muy importante generar espacios que nos desafíen e inspiren, donde cada uno aporte desde su individualidad y que el espacio colectivo nos desafíe a encontrar nuestra mejor versión.

 

En el caso de los proyectos a mi cargo en UFLO Universidad, estudiamos cómo las operaciones empresariales pueden afectar los derechos fundamentales. Expresado de esa forma, probablemente suene utópico, pero todos nosotros interactuamos diariamente con operaciones empresariales que potencialmente pueden afectar nuestros derechos. Desde los casos más típicos como contaminaciones ambientales en la actividad minera a nuevos desafíos, como el resguardo de la privacidad al usar redes sociales. “Empresas y Derechos Humanos” nos llama a trabajar generando alianzas, fomentando la creatividad y buscando siempre una mejor solución a los desafíos que despiertan nuestro interés de investigar.

 

La ciencia produce conocimiento y el conocimiento es poder. Si la mujer todavía tiene dificultades para acceder a trabajos con menores niveles de ingresos y de responsabilidad, ¿cómo no va a ser difícil su camino en la ciencia?

 

 

Agustina Vázquez

Doctora en Derecho y docente e investigadora de UFLO Universidad. Su equipo de investigación fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto para colaborar en la elaboración del Plan Nacional de Empresas y Derechos Humanos de la República Argentina. En este posteo nos cuenta su historia y cómo vive ella la investigación y la ciencia.

 

 


 

 

Formo parte de un grupo interdisciplinario compuesto por nueve mujeres. A partir de la Sociología, el Diseño de Indumentaria, la Comunicación y la Terapia Ocupacional, investigamos con el fin de promover soluciones a la vida de las personas con discapacidad. Consideramos que la relevancia de estudiar y actuar sobre la inclusión va más allá de cuestiones como diversidad, género, salud y economía.

 

En mi caso, observo particularmente que las personas con discapacidad experimentan desventajas significativas en cuanto a la accesibilidad, consumo y moda. Es por eso que creo que el esfuerzo de inclusión está en entender la relación entre cómo funciona la sociedad y las diversas oportunidades de la vida cotidiana. Y que la ciencia es el principal medio para entender y garantizar la participación de todos y todas en el tejido social.

 

Desde una construcción social e histórica las mujeres estuvieron alejadas por mucho tiempo del mundo de la ciencia, a pesar de que siempre participaron de la producción científica. No obstante, esta participación fue cargada de discriminación, principalmente en relación con las decisiones sobre qué investigar. Fueron y todavía son innumerables los esfuerzos para obtener el reconocimiento y el apoyo de las intuiciones científicas. En pleno siglo XXI, los cambios no son suficientes y nuestras decisiones están atadas entre equilibrar lo económico, lo familiar y lo personal con lo profesional, lo que genera una gran dificultad de la ascensión en una carrera científica.

 

 

Selediana De Souza Godinho

Doctora en Sociología y Docente e investigadora de UFLO Universidad. Actualmente dirige el proyecto “Análisis del comportamiento del consumidor con discapacidad en locales de indumentaria”, que estudia demandas y expectativas de este sector poblacional muchas veces invisibilizado por el mercado. Acá nos cuenta su historia.

 

 

 


 

 

Mi nombre es Delia Nin, pampeana de nacimiento, neuquina por adopción, de profesión nutricionista con casi 60 años de edad. Estudié en la Universidad Nacional de Buenos Aires, allá por la década de los 80, y ya muy joven y antes de obtener mi título de grado participé de una investigación multicéntrica donde debíamos indagar sobre las comidas de los niños escolarizados de áreas rurales. Una experiencia maravillosa que dejó su huella como mujer profesional.

Ejercer la profesión, ser madre y mujer activa muchas veces hace que las opciones laborales se seleccionen más por condicionantes económicos que sobre aquello que gusta del ejercicio profesional. Y así transcurrió mi vida. Nunca dejé de lado esa curiosidad que moviliza a preguntar, a reflexionar, a interpretar qué está pasando con la alimentación de la sociedad en la que vivo. Llevo en el ejercicio de mi profesión varias crisis alimentarias, varias situaciones donde muchas familias llenan sus platos con lo posible.

 

Mi profesión me formó en conocimientos científicos que permitían analizar la alimentación desde una visión fundamentalmente biologicista. Cuando los hijos crecieron y volaron, convoqué a nutricionistas para armar un equipo de estudio que nos permitiera entretejer nuestros conocimientos científicos con aquellos de otras ciencias que miran dimensiones sociales e históricas de la alimentación humana. Armar un marco teórico de investigación sobre la alimentación humana como un proceso biocultural e histórico fue nuestro objetivo. Desde ese momento, año 2014, ya no puedo hablar en singular cuando hablo de mi vínculo con la investigación.

 

“Comida y Saberes”, nuestro equipo de mujeres investigadoras, se pregunta, analiza e interpreta, desde un abordaje científico, sobre cómo llenar el plato de comida en diferentes situaciones de vida. Muchas mujeres y hombres han compartido y comparten sus saberes de comida para que podamos reflexionar y buscar estrategias que permitan abordar nuestras tensiones alimentarias como sociedad.

 

Investigar estos temas es introducirnos en la intimidad de una familia, es compartir emociones que trascienden el acto biológico de alimentar una especie mamífera. Nos pone como investigadoras en un compromiso social y moral de seguir adelante luchando, también desde la investigación, por una sociedad más justa y equitativa.

 


Delia Nin

Lic. en Nutrición y Magíster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud. Dirige la Licenciatura en Nutrición en UFLO Universidad y participa del proyecto “Efectos del aislamiento social preventivo en el ejercicio del derecho a la salud en las infancias argentinas”, que fue seleccionado para integrar el programa "PISAC Covid 19: La sociedad argentina postpandemia", convocado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

 

 


Para mí hacer ciencia e investigación significa resolver situaciones problemáticas y aportar soluciones. Mi búsqueda personal se orienta en contribuir a un mundo más sustentable.

 

Creo que el lugar de la mujer en la ciencia es importante. Es importante que haya igualdad y equidad de género en todos los espacios de la ciencia, que se dé lugar a la participación en todos los ámbitos y que esa participación se visibilice, logrando un mayor empoderamiento y convocatoria.

 

Eliana Miranda Pazcel

Lic. en Biología, Docente e Investigadora de UFLO Universidad. A fines de 2021 obtuvo una beca doctoral cofinanciada por el Conicet, donde investigará la dinámica de cambios de las estructuras y funciones de los humedales ribereños de la Región Metropolitana de la Confluencia en un contexto de metropolización y cambios de uso del suelo de natural y rural a urbano.